lunes, 8 de mayo de 2006

La Velá de la Cruz 2006


La luna, puntual, acudió a su cita con la cruz.

Desde las siete de la tarde se comenzaron a ver por las calles del pueblo a forasteros despistados que buscaban empezar a disfrutar ya de las cruces de Añora, desconocedores de que, quien quiera vivir plenamente esta fiesta, tiene que degustarla con la complicidad nocturna de la luna. La señal de salida de la velá estaba este año encomendada al grupo jarote Jara y Granito, que, con un sonido técnico que necesita mejoras, llenaron la Plaza de la Iglesia de cantos de ánimas, mayos, corros, jotas, fandangos y hasta sevillanas, logrando que el personal se lanzara a la pista de baile como si de una verbena se tratara y marcando desde el principio algunos de los compases elementales de esta celebración: alegría y tradición.


Jara y Granito animan la noche.


Exposición etnográfica en el stand del Ayuntamiento de Añora.

Luego comienza el ritual antiguo de recorrer las calles del pueblo visitando todas las cruces que se han vestido este año. Ya saben: cánticos, parabienes, chocolate y borrachuelos. Parte del ritual se vuelve también escuchar los quejumbrosos lamentos de las cruceras: que si no hay jóvenes que vistan las cruces, que en cuanto se mueran las cuatro viejas a ver quién saca esto adelante, que ya es el último año que la visten, porque faltan las fuerzas y es mucho trabajo y mucho gasto... Ea, hasta el año que viene, que la disfruten con salud.


Hay que fijarse en los detalles: el encadenado, el cerco...

Por las cruces andan animando la velá la Tuna Jarota (?) y la Agrupación Musico-Cultural Gachera, contratadas por el Ayuntamiento para tal menester. Este año se visten seis cruces de interior (dos menos que el año pasado), las siete de exterior y dos infantiles (Ver aquí fotos de todas ellas). Para quien asiste a la fiesta por primera vez, todo son asombros y sorpresa, pues nadie se espera encontrar lo que se encuentra. Para quien las visita cada año, todo son también asombros y sorpresa, pues, sabiendo lo que va a encontrar, le admira contemplar de nuevo tal cúmulo de esplendor.


Actuación de la Agrupación músico-cultural gachera en la Cruz de San Martín.

Ya casi ha desaparecido la costumbre de cantarle a las cruces, pero aún quedan algunos resistentes. "El día de la Ascensión" y "A esta santísima Cruz" son los versos que arrastran hasta el estribillo: "Mayo, mayo, mayo/ bienvenido seas/ para trigos y cebadas/ caminitos y veredas". A los forasteros les sorprende también otra osadía: "Oh, Cruz santa, dame un novio/ para alivio de mis penas...". Para alivio de mis penas. No hay otra fiesta como ésta en ningún lugar: tan dulce adoración pagana de la cruz no conoce paralelos, no puede conocerlos. No existen.


Jotas al pie de la Cruz de San Pedro

A las cinco de la madrugada se reúnen en la Casa de la Cultura los más noctámbulos para asistir al escrutinio de votos y proclamación de cruces ganadoras del concurso. Para quien nunca haya acudido a tal evento, les advierto que se trata de un acontecimiento impresionante: el salón de actos lleno hasta la bandera, con un público entregado jaleando o censurando sonoramente las decisiones de los miembros del jurado de cada cruz, cuyo veredicto es leído personalmente por uno de sus representantes. Siendo un acto de tal calibre emocional, merecería una mejor puesta en escena. Los medios técnicos de hoy lo permiten fácilmente. Veamos: un sencillo ordenador con un cañón que proyecte su imagen gigantesca sobre la pantalla de la pared podría ir dando cuenta en directo de los avances de las votaciones, de los ordenes cambiantes de la clasificación, de la arbitrariedad calculada de algunos jurados. Ello evitaría, por ejemplo, que el público, envuelto por el calor de la discusión que se vive en el patio de butacas, no pueda escuchar algunos momentos de las distintas votaciones y quedaría constancia palmaria de los votos entrecruzados de cada cruz.

Y ya, casi al amanecer, los más osados diz que resistieron comentando las jugadas (a saber, que esa misma mañana la corporación municipal de Añora, firmando un documento, se había hermanado con la canaria de Breña Alta) para acudir luego a la suelta de vaquillas programada para las diez de la mañana, pero otros nos retiramos mansamente a nuestros aposentos para digerir lo vivido y soñar que el sueño de la luna, el árbol y la cruz se repite el año que viene.


Como un decorado de cine solitario en la inmensidad de la noche.

Todas las cruces del 2006

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Merino infórmese cuando escriba algo en su pagina, Mancomunidad no tiene nada que ver con el "Stand" que montó el Ayuntamiento de AÑORA la noche de la vela.

Antonio dijo...

¡Corregido! Gracias por el aviso.